La ecología
considera a la casa como un micro-ecosistema que está en interacción con un
ecosistema más amplio, nuestros hogares propician y sufren las consecuencias
del desequilibrio ecológico, esto es producto de nuestros hábitos consumistas
dentro de la crisis del planeta.
Es
necesario tener una visión integral acerca de nuestro pasado, presente y
futuro, para poder actuar y asumir la responsabilidad ante el peligro que
representa para todos los seres vivos, el deterioro del medio natural y la
salud.
La
construcción de una casa ecológica es de vital importancia, para el
entendimiento del papel que jugamos dentro de nuestro planeta, nuestra casa es
pasado, presente y futuro, así como está cambiando nuestra visión del mundo lo
debe hacer paralelamente nuestro concepto de casa.
La casa
ecológica tiene tres fachadas: la de la salud, la de la paz y la de la armonía.
Salud para el cuerpo, paz para el espíritu y armonía con la naturaleza, nuestra
finalidad es integrar estos aspectos equilibradamente y adaptarnos a los constantes
cambios de nuestro entorno.
La casa
tiene influencia tanto en la salud de sus habitantes como en el ambiente,
debemos entender que tal como los organismos vivos, consumen energía,
materiales, aire, agua y desechan
residuos que devuelven al entorno. Por ello, el diseño arquitectónico
debe enfocarse en acoplar la edificación al clima, así como a las distintas
condicionantes del entorno que permitan su fusión con él, en lugar de ser un
intruso para la naturaleza; adaptarse a
la topografía o relieve, es determinante, pues las pendientes permiten el alcance de mayor cantidad de luz
solar, así mismo el uso adecuado de la vegetación puede determinar la
incidencia de luz así como el paso adecuado del aire y por tanto, condicionante
de la ventilación. Aunado a esto una buena orientación de los distintos
espacios arquitectónicos puede hacer la diferencia para lograr un lugar
confortable y adecuado a las necesidades de sus habitantes.
El
aprovechamiento de la energía solar puede ser aprovechado para calentar su
interior, el agua, producir electricidad, cocinar, etc, para ello existen
diferentes sistemas tanto pasivos cuyo uso es más económico, como lo son el uso
de ventanas, así como activos, los
cuales implican una mayor inversión y
uso de tecnología, pueden ser usados por separado o juntos para un mayor
ahorro de energía.
Otro
aspecto fundamental es la ventilación, es importante tratar de adaptar la
ventilación natural a nuestro microclima, pero existen reglas que nos pueden
ayudar a optimizarla, como la ventilación cruzada, las chimeneas y las torres
eólicas, para lograr un ambiente cómodo. Así como el viento es un elemento
indispensable a tomar en cuenta, también lo es la tierra, para esto es
importante concebirla como algo vivo que requiere de alimentación, es así que
debemos implementar todo tipo de técnicas, que nos permita reciclar los
desperdicios de nuestra casa, así reducimos la basura y podemos reforzar los
nutrientes hacia la tierra, para esto, podemos realizar compostas como
fertilizantes naturales, así también proponer excusados secos, que además de
producir abono, no utilicen agua; recolectar el agua de lluvia, así como el
agua jabonosa para utilizarla en excusados o como agua de riego.
En
conclusión, debemos diseñar los espacios arquitectónicos de tal forma, que en
lugar de ser intrusos dentro de nuestro entorno, dejemos de ser únicamente
consumistas, y nos enfoquemos a la mimetización con el ambiente, alimentándonos
de sus elementos pero al mismo tiempo retribuyéndole mediante el reciclaje y la
conservación de recursos naturales.